La lejanía de Niue, así como las diferencias culturales y lingüísticas entre sus habitantes polinesios y los del resto de las Islas Cook, han causado que administrarse por separado. La población de la isla sigue bajando (de un máximo de 5.200 en 1966 para un estimado 1.311 en 2011) con considerable emigración a Nueva Zelanda 2.400 km al sudoeste.